Otoño del 2006 es la fecha en la cual Michel Gondry, el simpatico director francés de inventivos videos musicales, comerciales y películas, estrena The Science of Sleep, su largometraje mas personal hasta la fecha. En numerosas ocasiones confiesa que su facultad para desarrollar historias sobre relaciones de índole amoroso, es gracias a las experiencias que ha tenido con sus ex-novias. Todo este material acumulado en su nostálgica y jugetona mente le ha dado suficiente seguridad para prescindir de la ayuda del Charlie Kauffman, guionista de sus anteriores filmes Human Nature(2001) y Eternal Sunshine of the Spotless Mind(2004). Abordando su ya conocidos temas sobre naturaleza del hombre y sus relaciones amorosas y platónicas, el idealismo y el enamoramiento fantástico, The Science of Sleep es una comedia romántica basada en un amor que Gondry tuvo en su juventud. Esta es la historia de Stephane, (Gael Gacia Bernal) un muchacho excéntrico y soñador que no sabe diferenciar sus sueños de la realidad. Entre sueños, es el carismático presentador de “Stephane TV”, un programa de televisión ficticio sobre su vida, que se lleva a cabo en un set construido con cajas de cartón, celofán de colores y nubes de algodón. Sin embargo, al mudarse Stephanie (Charlotte Gainsbourg) al apartamento de enfrente, los sueños de Stephane cambian de rumbo. Es así como comienza la atracción entre los dos pero la actitud infantil de este y sus confusiones lo separan de la realidad y de la posibilidad de conectar con ella. La idea de escribir este guión surge cuando Gondry se percata de la necesidad de expresar su propia voz y de tener mas libertad. "Quiero que mi instinto tomé el control y mi intelecto lo pierda, dejándome producir ideas, imágenes y conceptos sin necesidad de justificar por qué."declara apasionado. Su nueva implantada seguridad en cuanto a la historia y la libertad adquirida, se traducen en escena. El actor Mexicano Gael García Bernal interpreta al personaje principal con naturalidad y espontaniedad, agregándole su toque personal.
En The Science of Sleep, Gondry repite muchas de las imágenes que ha utilizado en sus videos musicales. Uno de ellos es cuando Stephan aparece con unas manos casi del tamaño de su cuerpo, idea extraída del video de los rockeros Foo Fighters para el tema Everlong. Gondry utiliza a la perfección las dos técnicas para producir efectos especiales; la precisión tecnológica y la simplicidad de las manualidades. A diferencia de Eternal Sunshine of the Spotless Mind, Gondry resalta la ingenuidad de sus personajes utilizando encantadoras figuras de felpa creadas por la artista Laura Faggioni. Estas cobran vida por medio de uno de los efectos favoritos del director: stop-motion (animación creada al grabar el movimiento cuadro por cuadro).
Cabe mencionar que al mismo tiempo del estreno, Gondry inaguró en Nueva York una exposción titulada "Michel Gondry, The Science of Sleep, an exhibition of sculpture and creepy pathological little gifts" en la galería Deitch Projects localizada en Soho. En esta, aprovecha para mostrar al público varios de los sets de The Science of Sleep y también objetos de su propia creación que algún día fueron regalos para sus musas inspiradoras. A lo largo del recorrido el visitante se topa con un brassiere que tiene una copa más grande que la otra, un collar hecho de uñas largas (mismas que Gondry se tuvo que cortar pues su ex-novia le repugnaban), varias hojas de libros en Francés e Inglés que intercaladas forman el nombre de otra chica, entre otros objetos bizarros y peculiares.
The Science of Sleep, está ejecutada a la perfección en todos los aspectos; los diálogos multilingües (Español, Ingles y Francés) son inteligentes y crean un ambiente de chusca y absurda confusión, las múltiples secuencias oníricas en las cuales Gondry manipula los materiales mas básicos que uno puede encontrar en una clase de manualidades y la modestia y honestidad con la que los actores interpretan los personajes. Filmada en el mismo edificio en el cual Gondry creció con sus padres, y en su estudio en las afueras de Paris, este afamado francés radicado en Nueva York, prueba unas ves más que es el George Melies de nuestros tiempos.