Tuesday, July 20, 2004

solo falta venderle mi alma al diablo

Que duro es deshacerte de las cosas materiales. Sobretodo si tienen un valor sentimental y te costó trabajo adquirirlas. Acabo de vender todo lo que está en mi casa. Nadamás faltó dejar mi ropa, pero como el que se cambia es un hombre, no le va. Se queda el tan famoso y chuleado "agunaldo" un futón con su mesa que me costaron la mitad de mi agunaldo. Se queda la cama con el colchón y sus correspondientes sábanas y cubrecamas. Se queda la tele, la mesa, el corcho y todos mis recuerdos de fiestas, peleas y días difíciles. El esfuerzo de un año y la ayuda de mucha gente.
 
Se queda la vibra de alguien que se la pasó bien aquí, que disfrutó y que fue muy tranquila.
 
 

2 Comments:

Blogger Done Badly said...

¿A dónde vas? Suena triste todo eso. Yo acabo de llegar y ando en la recolectada de objetos. Un colchón no tan barato, pero con una base de 30 dolares, la mesa vieja que el tio de un amigo me regaló, y asi. Ya se va llenando este lugar y me entra la angustia de pensar que diablos voy a hacer con todo cuando me vaya. Llegué con un par de maletas hace 3 meses. Entonces la vida parecía más o menos simple. Ahora... no se puede decir lo mismo.
::karina:: @ totallyirrelevant.com

2:40 PM  
Blogger Luis Ricardo said...

Servida, Danny.

10:05 PM  

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